La amarga experiencia de hace 40 años del 19S.
De la tragedia nacieron la Protección Civil moderna, el fortalecimiento del Servicio Sismológico Nacional y la creación del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
El desastre demostró la vulnerabilidad del Valle de México; fue el 24 de marzo de 1986 cuando el presidente Miguel de la Madrid encabezó la reunión en la que se instaló el Sistema Nacional de Protección Civil.
Del sismo de 1985 nacen instituciones y una cultura de prevención, despertando la capacidad de organización y la urgencia de entender mejor los terremotos.
Las experiencias vividas anteriormente en el 1957, que derrumbó el Ángel de la Independencia, y en el 79, que colapsó tres edificios de la Ibero.
El terremoto del 19 de septiembre de 1985 mostró la solidaridad ciudadana; la gente se volcó a la calle a rescatar y ayudar, pero sin organización.
A 40 años, esa experiencia no tiene como que la Ciudad de México con cerca de 200 equipos de monitoreo sísmico, comparable con Tokio o Los Ángeles, entrando a una de las ciudades más cuidadas en esta actividad.
En el año 1985, localizar el epicentro tardó horas; hoy el Servicio Sismológico Nacional puede emitir reportes en cuestión de minutos, gracias a la nueva tecnología.
El sismo del 19-S, que dejó miles de muertos y una ciudad colapsada, REBASÓ AL GOBIERNO por la lenta y caótica respuesta oficial; la sociedad civil fue la primera en actuar: brigadas espontáneas, vecinos y estudiantes que se lanzaron a remover escombros y rescatar sobrevivientes; esa presión social obligó al Estado a reorganizarse y dio origen en 1986 al Sistema Nacional de Protección Civil.
Dos años después, con ayuda de expertos japoneses que estudiaron el suelo blando de la capital, se creó el Cenapred, que está para atender desastres generados por el ser humano, como lo del incendio de la pipa en Iztapalapa.
Las instituciones como la UNAM se vieron obligadas a transformarse y modernizar equipo. El Sismológico Nacional fue fundado en 1910 por Porfirio Díaz, y el Servicio Meteorológico Nacional, como parte de las conmemoraciones del Centenario de la Independencia.
Hoy se dispone de una red que permite generar reportes en tiempo real. La ingeniería sísmica cambió de raíz: se actualizaron los reglamentos de construcción, se instalaron mesas vibradoras para probar estructuras y se formaron nuevas generaciones de ingenieros y sismólogos.
Obligados por lo sucedido, cambió todo y hoy, ahora, existen reglamentos de construcción más estrictos y nuevas generaciones de ingenieros y sismólogos formados en la Universidad Nacional continúan la labor de investigación.