Acapulco su gente; Otis y la Navidad.
Miércoles 25 de octubre a las 00:25 horas, Otis entra en el puerto de Acapulco dejando una gran herida.
60 días después del paso del huracán Otis, aun con el esfuerzo y compromiso de los tres órdenes de gobierno de garantizar la limpieza, la población de Acapulco sigue en sus colonias con grandes almacenamientos de basura.
Conservando el buen humor navideño, pero dando prioridad a recuperar sus casas, techos y el bienestar de todos ellos, después se organizaban para las posadas, las fiestas y la cena de Navidad.
Muchos añoran los momentos vividos con anterioridad en familia, reunidos en torno a la mamá, se hacían los nacimientos, arreglar el arbolito y poner las luces, ojalá para el próximo año se pueda dicen muchos acapulqueños.
¿Qué vamos a hacer pues? Dar gracias a dios que estamos juntos y quizás compremos un pollo y esperar la navidad dice la señora Mary.
Tal vez no todos están con el ánimo como otros años, cada quien sus motivos: unos con tristeza por las pérdidas materiales y personales, otros con alegría porque a pesar de lo sucedido, hay vida, hay salud y podemos disfrutar a los nuestros.
Este año no se notó emoción sinceramente, a mis niñas eso no les importa, ellas esperan regalos y alegría, aunque estamos quebrándonos por dentro, pero ellas no lo saben.
La nostalgia invade a una madre y comenta «Está Navidad quizá no tenga una cena de lujo, un estreno de brillantes, pero lo que si tendré será a mis hijos conmigo, apapachándonos y dándole gracias a Dios por permitirnos estar otro fin de año juntos».