Daniel Ortega, de héroe a tirano.
El 19 de julio de 1979 Daniel Ortega era un héroe al frente de la insurrección que derrocó la dictadura de Anastasio Somoza.
Poco queda de aquel líder revolucionario que ilusionó al continente 43 años atrás.
Sigue el dictadorzuelo y su Sra. esposa Rosario Murillo, la vicepresidenta siendo el látigo del pueblo nicaragüense
La denuncia es de periodistas, opositores y la propia iglesia católica en el país.
Al menos 16 religiosos (un obispo, seis monseñores, siete párrocos y dos seminaristas) han sido detenidos en Nicaragua desde el pasado 20 de diciembre.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, y la abogada e investigadora exiliada Martha Patricia Molina, DENUNCIAN:
El sábado 30 fueron detenidos cinco sacerdotes de la Arquidiócesis de Managua.
Los nombres de los sacerdotes son Silvio Fonseca, Mykel Monterrey, Raúl Zamora, Gerardo Rodríguez y Miguel Mántica, todos de la Arquidiócesis de Managua, según un reporte de Molina, autora del estudio ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?’.
El jerarca exiliado Báez rogó, desde Miami“a los obispos y a las conferencias episcopales del mundo que no nos abandonen en este momento, que oren por la Iglesia de Nicaragua y se solidaricen y alcen su voz denunciando esta persecución de la dictadura contra nuestra Iglesia”.
Ortega y su esposa lo declararon “traidor a la patria” y despojaron de su nacionalidad.
A su juicio, la “dictadura sandinista está preparando un destierro o una acusación penal masiva de religiosos”,.
Al igual como ocurrió en octubre pasado cuando el Gobierno excarceló a otros 12 sacerdotes que mantenía en prisión y los envió al Vaticano.
En la lista se encuentran el sacerdote Fernando Calero (Matagalpa) y monseñor Marcos Díaz Prado (Chinandega). En días previos fueron detenidos monseñor Carlos Avilés, vicario general de la Arquidiócesis de Managua; el sacerdote Héctor Treminio (Managua); Pablo Villafranca (Nindirí, Masaya).
Los primeros detenidos, el pasado 20 de diciembre, fueron el obispo de la diócesis de Siuna, monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega y los seminaristas Alester Sáenz y Tony Palacios. El día previo, el sacerdote pidió en su homilía por el obispo Rolando Álvarez.